La terapia individual cognitivo-conductual para el abordaje de habilidades sociales en niños es un enfoque terapéutico centrado en identificar y modificar patrones de pensamiento y comportamiento que pueden estar contribuyendo a dificultades en las interacciones sociales del niño.

• El terapeuta realiza una evaluación exhaustiva para comprender las áreas específicas en las que el niño está experimentando dificultades sociales.
• Se exploran las habilidades de comunicación, la capacidad para establecer y mantener relaciones, la empatía y la resolución de conflictos, entre otros aspectos.
• Los objetivos pueden incluir mejorar la capacidad para iniciar conversaciones, participar en actividades grupales, comprender las emociones de los demás y responder de manera apropiada, entre otros.
• Se trabaja para identificar los pensamientos negativos o distorsionados que el niño pueda tener acerca de sí mismo, de los demás y de las situaciones sociales.
• Se enseña al niño a reconocer y cuestionar estos pensamientos, reemplazándolos por pensamientos más realistas y positivos.
• Se utilizan técnicas de enseñanza y modelado para ayudar al niño a aprender habilidades sociales específicas.
• Se practican habilidades como el contacto visual, la expresión facial, el lenguaje corporal, la escucha activa, la toma de turnos en la conversación y la resolución de conflictos a través de juegos de roles y otras actividades estructuradas.
• Se refuerzan los comportamientos sociales positivos y se proporciona retroalimentación constructiva cuando sea necesario.