En la terapia para adolescentes, ellos hablan y aprenden cómo afrontar y solucionar sus problemas, la terapia les ayuda a afrontar mejor las cosas, a encontrarse mejor y redireccionar su conducta a partir de técnicas que se acoplen a su edad y gustos, sin embargo, el correcto apoyo implica que los padres también se comprometan con el proceso para mejorar en conjunto y que se pueda canalizar y ejectutar el trabajo de forma armoniosa.